Alunas empresas necesitan una página web, algunas necesitan 2, y algunas necesitan varias.
Lo que hasta el momento no he conseguido encontrar, es una empresa que no se vea beneficiada por disponer de un sitio web, aunque no suele ser tan sencillo.
Uno de los consejos que más se escuchan en este sector es aquel que dice que es mejor no tener una web que tener una mala página web, aunque parezca que lo de "mala" es bastante subjetivo, la cruda realidad es que se nota bastante
La primera impresión es la que marca la diferencia, el diseño web. Esto parece claro tenerlo todo empresario, que contrata un diseñador gráfico para su logotipo y material de oficina, que decora con marmol el acceso a sus oficinas, o que dispone de un letrero luminoso de varios metros indicando claramente dónde está situado y su actividad.
Como digo; la mayor parte de las empresas lo tienen claro, salvo por el tema de la página, que acaba siendo más una cuestión económica que profesional, y que suele llevarse las sobras de las sobras del presupuesto dedicado a publicidad... a veces muy por detras de anuncios en prensa y radio, buzoneo local o, incluso, contratación en guías de empresas cuyo nombre ni me molesto en mencionar, ya que todos sabemos quienes son y las tarifas que son capaces de cobrar por ponerte un anuncio en una página web que no suele aparecer en los resultados de búsqueda de google, el más utilizado a la hora de localizar productos y servicios, le pese a quien le pese.
Por eso mejor ahorrarnos la parafernalia comercial a todas estas empresas que miran, lo primero, cuanto pretendemos cobrarles por su blog o página web (incluso antes de explicar que necesitan) para, una vez recibido el precio y si les cuadra, empezar a describir con todo lujo de detalles lo que quieren que sea su página.
O también existe la posibilidad de que, una vez el precio les cuadra (30€ es un buen precio para que te acepten un presupuesto web), se desentiendan hasta el punto de que no vuelvan a participar en el desarrollo porque, bueno, es una página web, ellos no entienden nada de internet y, al fin y al cabo, "ya sabemos a que se dedican" así que podemos desarrollar su sitio sin necesitar ni fotografías (o nos mandan un par de imágenes por wasup, que tampoco es tan importante).
Y finalmente la posibilidad de que comprendan que una página es un escaparate de su empresa, que necesita tener una estética que agrade a sus propietarios y a sus visitantes, cuyo contenido debe ser redactado por el cliente y que ofrezca algo al internauta para, al menos, provocar el contacto con la empresa porque, no se si os lo había dicho antes: Se trata de vender y, para eso, hay que molestarse e invertir.