Desde hace relativamente poco se siente en el ambiente ese pánico flotando cada vez que se menciona la palabra linkbuilding.
Cuando Google lanzó su actualización del puñetero pingüino y empezó a penalizar a los sitios que habían participado en las estrategias de enlaces 'poco naturales' (el 99% seguramente), y comenzó a tomar el control el miedo, y se escuchaban las mismas preguntas. ¿Ha muerto el linkbuilding? ¿Es todavía seguro hacerlo? ¿Me queda mejor el pelo largo o corto?